Si en 29 años llenando un saco de cosas buenas, resulta que no lo son. Que son mierdas. Y de las gordas. Prefiero pensar que con esa mierda, puedo abonar. Abonar las nuevas cosas buenas que voy a plantar.
Si pienso, por el contrario, que de buenas cosas mi vida llena está; cuál será mi sorpresa al ver que mucha mierda voy a hayar.
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